La corona del rey

Habia una vez, en un pais lejano, un pueblo con muchos robos. Cada vez que desaparecia algo, se dirigian a la casa del hechizero real, quien, por una paga, encontraba el objeto robado.
Un día, desapareció la corona real, y el rey fue a consultar a su hechizero.
-Por favor, encuentra mi corona, te lo ruego, te pagare con diesmil monedas de oro.- Dijo el rey.
-Un objeto de semejante valor no puede ser encontrado tan facilmente, deves encontrar el cuerno de la sabiduria, escondido vajo cientos de trampas, en las montañas del noroeste del reino. Tienes dos semanas.- Le contestó el hechicero.

Al día siguiente, el rey hizo un concurzo: quien pudiera encontrar la corona, eredaría el trono.
Muchos valientes guerreros intentaron, pero a la semana y media volvieron y ninguno havia podido.
Hasta que un ninño dijo: -Yo encontraré el cuerno de la saviduria.
-Solo eres un niño, si lo encuentras, no solo heredaras mi trono, sino que me ire apenas me lo des.
Al día siguiente, el niño volvio con el cuerno en la mano.
-¿Cómo lo lograste?- Pregunto el rey asombrado.
-Mi padre lo escondio en una de sus expediciones por si algun dia lo llegava a necesitar.

Luego, el rey se fue con el cuerno y le dio las escrituras del palacio a el niño. Cuando llego con el hechisero, le entrego el cuerno.
-Es falso.
-¿Como dijo?
Si, era falso, pero ya era demasiado tarde, ya le havia dado las escrituras al niño. Desde entonces el niño reino.

Lalo Goldblat y Kevin Roth.